Actividad 1. Primeras Experiencias de Lectura 1. "Chile en el futuro". Camila Ureta
Así será el futuro.
Es
el año 2300, aún queda algo de Chile, sus límites cada vez más prostituidos por
las transnacionales se desaparecen y junto con ello la identidad de los
individuos. La brecha socioeconómica es abismal, Santiago se convirtió en una
megápolis llena de edificios infinitos que cubren el sol, abarca desde la
antigua región metropolitana hasta el fin del mundo en Magallanes, incluyendo
gran parte de la Patagonia argentina. El norte se convirtió en el vertedero,
porque ya no había nada para robar, se dice que hubo un exterminio de etnias
ancestrales de las que ya ni se recuerda el nombre.
Es
a este oscuro lugar vinimos con mi familia en busca de oportunidad, en Salamanca
ya no queda nada, las mineras se lo llevaron todo, las ciudades se construyen
con los desperdicios del magnánimo Santiago. Aún existe la educación, pero son
oscuras aulas donde se forman máquinas y recurso humano. Llegué a un colegio
donde no fui bien recibida por mi evidente astigmatismo, esos problemas no
existían en Santiago ya que los problemas de salud o estético significaba
pobreza y la sociedad te marginaba por no solucionarlos. Sin embargo, un ápice
de esperanza había en crear lazos humanos, gracias a una longeva profesora que
se dio el tiempo de conocerme, me enseñó literatura que estaba prohibida para
nuestra era. Un día me llevó a conocer su casa, que se encontraba escondida en
algún redondito lugar de lo que alguna vez fue Valparaíso, era una casa antigua
con estilo colonial, con grandes puertas y paredes desgastadas suavemente por
el paso del tiempo, estaba llena de pasillos y retratos de gentes de otros
tiempos.
Mientras
recorría la casa tenía una extraña sensación de todo lo que veía me parecía
familiar, alguna similitud con mis sueños, quizás… Al final del pasillo, mi profesora señala el retrato de una niña
idéntica a mí, pero con ropa muy extraña y antigua. Un fugaz escalofrió recorrió
toda mi espalda, hasta que la anciana me toca el hombro y con una voz dulce me
dice:
-
Parece ser que el tiempo y la
circunstancias nos han unido en este momento. La última vez que te vi fue hace
16 años, cuando ayudaba a mi hija a tenerte, luego de eso tuve que escapar.
Pude reconocerte gracias a que tienes mis mismos ojos. Hay algo que debes
saber.
Me
entrega con sus manos temblorosas un misterioso objeto que dice “El tercer ojo”
y continúa diciendo:
-
Eres mi nieta, y tuve que escapar para
protegerte, somos los últimos salamanquinos con sangre de brujo, en este mundo
que desconoce la magia, íbamos a ser exterminados por la tecnología, quería
eliminar todo saber ancestral de sus tierras. Esto que te entrego es un libro,
unos de los pocos que quedan en este mundo de metal, en sus páginas contiene
todos los hechizos y rituales de nuestra gente. El más importante es la
trepanación, es el inicio de todo brujo.
-
Creo cada palabra que me dices, puedo
ver la sinceridad en tu alma, puedo ver el lazo que existe entre nosotras,
recuerdo a todos los que se fueron, tengo la sensación de que llevas más años
vivas de los que puedo contar. ¿Qué debemos hacer ahora? – pregunté mientras
hojeaba el libro.
-
Nunca lo sabrás solo mirando las fotos –
me dice la anciana con una chispa en su mirada – hay que prepararte para el
viaje. Hay que luchar por nuestra identidad y nuestra gente, tenemos en nuestro
poder la sabiduría y el poder para reconstruir este mundo cuando los recursos
se acaben. Salvemos la educación con los saberes de antes, para que la gente
tenga el corazón que tenía antes.
Es
así como hablamos toda la noche de nuestra gente, me contó de un lugar secreto
al cual debemos llegar, la Raja de Maquehua, escondida en Salamanca, en su interior
se encuentra un paraíso lleno de flora y fauna endémica de la zona del Choapa,
se dice las aguas corren cristalinas a través de los senderos verdes y
frondosos, donde los últimos brujos que quedan conviven en armonía con la
naturaleza y llevan a cabo sus rituales. Nos espera un largo viaje, no hay
tiempo para explicarle a mis padres, la abuela me dice que debemos preparar
todo para partir antes de la siguiente luna nueva, hay que reunir algunas “sustancias”
para resistir en este viaje, dice que hay una forma de curar mi vista, ha de
ser cosa de brujos.
Me gusta, se sale del propósito, pero felicito la escritura
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